lunes, 8 de octubre de 2012

"PALOMA ORTIZ SÁEZ"


He de reconocer que yo también me he buscado muchísimas veces en internet para ver qué es lo que se decía de mí, como ha hecho mi compañero Jose Galiana. Hasta ahora no he tenido conciencia de que esto tuviese algún nombre, pero esta práctica se llama Egosurfing, es decir, navegando de forma egocéntrica.

Pues bien, hoy he vuelto a buscarme en internet. ¿El resultado? Más de 20 resultados con mi nombre al completo. La mayoría de las menciones son por asuntos académicos como presentaciones en Prezi o Scribd, el perfil de las distintas redes sociales como Twitter, Facebook o LinkedIn, asuntos universitarios como listas de claustros y admitidos, concursos, voluntariados, otros blogs y “trabajos”. Otras de las menciones se deben a mis amistades de Facebook, pero las más “preocupantes” son las que Google, Twitter o Facebook hacen sobre mí, sobre los temas que más trato, las páginas que visito, cuándo lo hago,…

Por suerte, nunca he sido de esa clase de gente que tiene un pasado sombrío en Internet. Mi primer correo no tenía “K” ni jugaba con la alternancia de las mayúsculas y minúsculas sin sentido, tampoco llevaba "H" intercaladas donde no tocaba ni era un mote adolescente. Y he seguido este “estilo de vida” en Internet hasta nuestros días.

Cada vez es más frecuentes que los que serán nuestros posibles jefes investiguen acerca de nosotros, es normal yo también lo haría. Gracias a Internet podemos ver las diferentes facetas de aquel a quien se va a contratar. Y es que alguien puede darte la mejor imagen del mundo en una entrevista de trabajo, pero si luego indagas en la red y sólo ves fotos de borrachera, o comportamientos poco adecuados, te replanteas esa buena imagen inicial.  

Sinceramente, la imagen que proyecto a través de Internet es la que deseo. Sí, tengo fotos de fiesta, pero en ninguna de ellas verás un comportamiento obsceno. También tengo tweets frikis o comentarios que sólo entendemos mis amigos y yo, pero en ningún momento afectarán a mi vida laboral.

A pesar de que esta “reputaciónon-line” porque es la misma que mantengo “off-line”, el estar a punto de acabar la carrera ha hecho que me interese más en redes sociales enfocadas a la búsqueda de un empleo. Creo que éstas son de gran ayuda para encontrar trabajo, pero no debemos olvidarnos que lo que verdaderamente hará que lo tengas será la proactividad. Y aunque es de gran ayuda,  no podemos esperar en casa actualizando nuestro perfil en LinkedIn. 
Así que yo por si las moscas, actualizaré mi perfil, pero saldré a la calle para rematar la faena. Hace ya un tiempo, a un compañero y a mi nos brindaron la oportunidad de entrevistar a Luis Galindo tras una entretenida charla que dio en la Universidad de Alicante. Él dijo "A todo los que quieran pedirme ayuda a buscar trabajo, primero destrozar varios pares de zapatos recorriendo cada una de las empresas del sector, y luego, sólo luego, será cuando yo os ayude".

Pero claro, primero tengo que saber a qué me quiero dedicar. Para resolver esta duda he ido descartando algunos de los departamentos. Nunca he sido una gran diseñadora gráfica, no domino mucho el photoshop, el premiere o el indisign, por lo que formar dentro del equipo creativo lo veo difícil aunque no imposible. Como ya comenté en otra entrada anterior, soy muy habladora y humildemente, puedo decir que tengo un "don de gentes". Hablo hasta con las piedras y eso me ha abierto muchas puertas, ya que he hecho amigos incluso en los sitios más insospechados. Por todo esto, pienso que el departamento en el que encajaría bien, sería el de cuentas. 
Aunque bueno, aún queda el último spring para poder decidirme 100% por una rama.

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